lunes, 10 de marzo de 2014



En el marco del Día Internacional de la Mujer, la presidenta ejecutiva de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), Carmen Masías, saludó a las mujeres que luchan contra el narcotráfico, el tráfico ilícito de drogas y la violencia.

Destacó que un día como hoy conmemoramos el sacrificio de mujeres que fueron asesinadas, en una fábrica de Chicago,  buscando el establecimiento de las 8 horas de trabajo. “Recordar ese hecho es hacer justicia con ellas, con la historia y con nosotras mismas” precisó.

La titular de DEVIDA, recordó que muchos de los logros y derechos adquiridos de las mujeres que hoy vivimos en este siglo XXI  se deben a un trabajo constante, esforzado y valiente de mujeres que no pensaron sólo o necesariamente en ellas si no en las demás.

Masías Claux, señaló que en el Perú, a pesar de sus leyes aún tenemos un largo camino que recorrer para disminuir las brechas, la violencia, la discriminación, la exclusión. Vivimos un momento crucial, importante, pues el actual gobierno enfatiza en la inclusión y en la participación de las mujeres.

Remarcó que el trabajo que se realiza en DEVIDA contribuye a esta lucha que debe ser sostenida y que compromete a todo el pueblo peruano.


PALABRAS DE CARMEN MASIAS CLAUX, PRESIDENTA EJECUTIVA DE DEVIDA EN EL DIA DE LA MUJER (Marzo, 2014):

Queridas y queridos colegas: hoy conmemoramos múltiples acontecimientos de la historia, en los cuales  personajes, varones, pero sobre todo  mujeres, fueron protagonistas y han contribuido al proceso de la búsqueda de equidad.

Uno de los sentimientos más nobles que una persona puede tener es el de la retribución y el de la gratitud. Por ello hoy conmemoramos el sacrificio de mujeres que fueron asesinadas, en una fábrica de Chicago,  buscando el establecimiento de las 8 horas de trabajo. Recordar ese hecho es hacer justicia con ellas, con la historia y con nosotras mismas.

Las luchas de las mujeres y sus aliados varones, han estado, desde un inicio, ligadas a los derechos civiles y más recientemente a los derechos humanos. Pero también los movimientos feministas han explorado los sentimientos y el malestar de las mujeres frente a su cotidianeidad.

Betty Friedman, por ejemplo,  en 1966 analiza la profunda insatisfacción de las mujeres a la que llama “el malestar que no tiene nombre”. Y Mabel Burín, argentina, hace un poco  más de una década publica: “El Malestar de las Mujeres: la tranquilidad recetada” en relación al consumo de tranquilizantes, en reemplazo del análisis y reflexión del verdadero malestar de las mujeres.

Respecto a las francesas a fines del Siglo XVIII con la Revolución Francesa empiezan a sentirse protestas y cambios ligados a la búsqueda de los derechos de las mujeres.

La Revolución Industrial hace que por primera vez la mujer sea asalariada. Esto  representa un hito. Surge el primer documento: “La Declaración de Derechos de la Mujer y la Ciudadana”. Lo escribe Olimpia Gouges quien  se dirige a la reina Maria Antonieta.   Los derechos se anulan  pues en 1804  Napoleón siguiendo al filósofo  Rosseau acepta el siguiente principio de este último: “La mujer es casada, eterna menor de edad, sin derechos para obrar. No puede celebrar negocios jurídicos sin permiso del marido. Debe estar  siempre tutelada por su cónyuge.  Su misión está  en la casa para amar y cuidar al marido y procrear y formar ciudadanos para la patria…quedando excluida de la vida política que es cosa de hombres”

Posteriormente, detrás de las luchas de las francesas estuvo un personaje extraordinario: Simonne de Beauvoir quien escribe, a principios de los años 40  “El segundo sexo” afirmando que “El hombre define a la mujer no por sí misma si no en relación con él”. Ser mujer significa “ser la otra”.  

En los Estados Unidos los movimientos feministas nacen ligados a vencer la esclavitud.   Son las mujeres del  Norte las que luchan por liberar el Sur  . Al finalizar la Guerra de Secesión se otorga el voto a los negros en Wyoming y luego en 1869 a la mujer. En 1920 las mujeres de todos los estados tienen el derecho de sufragar.

Un hecho fundamental en Los Estados Unidos, que me gustaría destacar es el de Rosa Park, mujer negra, en 1951. Ella se niega a ceder su asiento en el bus a un hombre blanco. Le valió la cárcel.

En  el Reino Unido surge en  1792 el Primer Documento feminista escrito por  una mujer y respaldado por  John Stuart Mills, economista  que apoya el voto de las mujeres en la Cámara de Los Comunes. Sin    embargo,  la Reina Victoria es la gran opositora.

En España en el siglo XIX  y principios del XX no hubo movimiento a favor de las mujeres. En 1931 se les otorga el voto a las españolas, gracias a un número significativo de mujeres luchadoras. 

En el Perú fue en 1950 que la mujer empieza a votar con el Presidente Odría.  Hay muchas mujeres en nuestra patria que fueron pioneras. Quisiera citar a Maria Jesús Alvarado quien combina su discurso feminista con el de la reconstrucción del Perú después de la guerra con Chile.   Le valió  cárcel y exilio. Ella  fue la creadora del “Consejo Nacional de Mujeres” en 1923. Incentivó el cine y el radio pedagógico. Sin duda, una mujer de vanguardia.

Muchos de los logros y derechos adquiridos de las mujeres que hoy vivimos en este siglo XXI  se deben a un trabajo constante, esforzado y valiente de mujeres que no pensaron sólo o necesariamente en ellas si no en las demás. Las leyes que hoy rigen frente a la violencia de la mujer hubiesen sido imposibles sin la participación decidida, por ejemplo,  de Lourdes Flores Nano y  de Beatriz Merino. O la creación de instituciones protectoras de la familia y de los derechos de las trabajadoras no existiría posiblemente sin la labor extraordinaria de  mujeres como Laura Calle, Magda Portal y Matilde Pérez Palacios. Y los temas álgidos referentes a las mujeres, no estarían en un mejor foco de atención, sin la existencia del Movimiento Manuela Ramos o el Centro Flora Tristán, el Movimiento Homosexual de Lima y tantas otras organizaciones del estado y de la sociedad civil.  

Muchos de estos aportes han enriquecido la agenda global en favor de la equidad y el enfoque de género. Tratados como el de Beijing y otros, enfatizan hoy en la relación entre los derechos humanos y la condición de las mujeres.

En el Perú, a pesar de sus leyes aún tenemos un largo camino que recorrer para disminuir las brechas, la violencia, la discriminación, la exclusión. Vivimos un momento crucial, importante, pues el actual gobierno enfatiza en la inclusión y en la participación de las mujeres.


El trabajo que hacemos en DEVIDA contribuye a esta lucha que debe ser sostenida y que nos  compromete a cada uno y cada una de nosotros.  ¡Feliz Día de la Mujer!.  

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