En el marco del Día
Internacional de la Mujer, la presidenta ejecutiva de la Comisión Nacional para
el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), Carmen Masías, saludó a las mujeres
que luchan contra el narcotráfico, el tráfico ilícito de drogas y la violencia.
Destacó que un día
como hoy conmemoramos el sacrificio de mujeres que fueron asesinadas, en una
fábrica de Chicago, buscando el
establecimiento de las 8 horas de trabajo. “Recordar ese hecho es hacer
justicia con ellas, con la historia y con nosotras mismas” precisó.
La titular de
DEVIDA, recordó que muchos de los logros y derechos adquiridos de las mujeres
que hoy vivimos en este siglo XXI se
deben a un trabajo constante, esforzado y valiente de mujeres que no pensaron
sólo o necesariamente en ellas si no en las demás.
Masías Claux, señaló
que en el Perú, a pesar de sus leyes aún tenemos un largo camino que recorrer
para disminuir las brechas, la violencia, la discriminación, la exclusión.
Vivimos un momento crucial, importante, pues el actual gobierno enfatiza en la
inclusión y en la participación de las mujeres.
Remarcó que el
trabajo que se realiza en DEVIDA contribuye a esta lucha que debe ser sostenida
y que compromete a todo el pueblo peruano.
PALABRAS DE CARMEN MASIAS CLAUX, PRESIDENTA EJECUTIVA
DE DEVIDA EN EL DIA DE LA MUJER (Marzo, 2014):
Queridas y queridos
colegas: hoy conmemoramos múltiples acontecimientos de la historia, en los
cuales personajes, varones, pero sobre
todo mujeres, fueron protagonistas y han
contribuido al proceso de la búsqueda de equidad.
Uno de los
sentimientos más nobles que una persona puede tener es el de la retribución y
el de la gratitud. Por ello hoy conmemoramos el sacrificio de mujeres que
fueron asesinadas, en una fábrica de Chicago,
buscando el establecimiento de las 8 horas de trabajo. Recordar ese
hecho es hacer justicia con ellas, con la historia y con nosotras mismas.
Las luchas de las
mujeres y sus aliados varones, han estado, desde un inicio, ligadas a los
derechos civiles y más recientemente a los derechos humanos. Pero también los
movimientos feministas han explorado los sentimientos y el malestar de las
mujeres frente a su cotidianeidad.
Betty Friedman, por
ejemplo, en 1966 analiza la profunda
insatisfacción de las mujeres a la que llama “el malestar que no tiene nombre”.
Y Mabel Burín, argentina, hace un poco
más de una década publica: “El Malestar de las Mujeres: la tranquilidad
recetada” en relación al consumo de tranquilizantes, en reemplazo del análisis
y reflexión del verdadero malestar de las mujeres.
Respecto a las
francesas a fines del Siglo XVIII con la Revolución Francesa empiezan a
sentirse protestas y cambios ligados a la búsqueda de los derechos de las
mujeres.
La Revolución
Industrial hace que por primera vez la mujer sea asalariada. Esto representa un hito. Surge el primer documento:
“La Declaración de Derechos de la Mujer y la Ciudadana”. Lo escribe Olimpia
Gouges quien se dirige a la reina Maria
Antonieta. Los derechos se anulan pues en 1804
Napoleón siguiendo al filósofo
Rosseau acepta el siguiente principio de este último: “La mujer es
casada, eterna menor de edad, sin derechos para obrar. No puede celebrar
negocios jurídicos sin permiso del marido. Debe estar siempre tutelada por su cónyuge. Su misión está en la casa para amar y cuidar al marido y
procrear y formar ciudadanos para la patria…quedando excluida de la vida política
que es cosa de hombres”
Posteriormente,
detrás de las luchas de las francesas estuvo un personaje extraordinario:
Simonne de Beauvoir quien escribe, a principios de los años 40 “El segundo sexo” afirmando que “El hombre
define a la mujer no por sí misma si no en relación con él”. Ser mujer significa
“ser la otra”.
En los Estados
Unidos los movimientos feministas nacen ligados a vencer la esclavitud. Son las mujeres del Norte las que luchan por liberar el Sur . Al finalizar la Guerra de Secesión se
otorga el voto a los negros en Wyoming y luego en 1869 a la mujer. En 1920 las
mujeres de todos los estados tienen el derecho de sufragar.
Un hecho fundamental
en Los Estados Unidos, que me gustaría destacar es el de Rosa Park, mujer
negra, en 1951. Ella se niega a ceder su asiento en el bus a un hombre blanco.
Le valió la cárcel.
En el Reino Unido surge en 1792 el Primer Documento feminista escrito
por una mujer y respaldado por John Stuart Mills, economista que apoya el voto de las mujeres en la Cámara
de Los Comunes. Sin embargo, la Reina Victoria es la gran opositora.
En España en el
siglo XIX y principios del XX no hubo
movimiento a favor de las mujeres. En 1931 se les otorga el voto a las
españolas, gracias a un número significativo de mujeres luchadoras.
En el Perú fue en
1950 que la mujer empieza a votar con el Presidente Odría. Hay muchas mujeres en nuestra patria que
fueron pioneras. Quisiera citar a Maria Jesús Alvarado quien combina su
discurso feminista con el de la reconstrucción del Perú después de la guerra
con Chile. Le valió cárcel y exilio. Ella fue la creadora del “Consejo Nacional de
Mujeres” en 1923. Incentivó el cine y el radio pedagógico. Sin duda, una mujer
de vanguardia.
Muchos de los logros
y derechos adquiridos de las mujeres que hoy vivimos en este siglo XXI se deben a un trabajo constante, esforzado y
valiente de mujeres que no pensaron sólo o necesariamente en ellas si no en las
demás. Las leyes que hoy rigen frente a la violencia de la mujer hubiesen sido
imposibles sin la participación decidida, por ejemplo, de Lourdes Flores Nano y de Beatriz Merino. O la creación de
instituciones protectoras de la familia y de los derechos de las trabajadoras no
existiría posiblemente sin la labor extraordinaria de mujeres como Laura Calle, Magda Portal y
Matilde Pérez Palacios. Y los temas álgidos referentes a las mujeres, no
estarían en un mejor foco de atención, sin la existencia del Movimiento Manuela
Ramos o el Centro Flora Tristán, el Movimiento Homosexual de Lima y tantas
otras organizaciones del estado y de la sociedad civil.
Muchos de estos
aportes han enriquecido la agenda global en favor de la equidad y el enfoque de
género. Tratados como el de Beijing y otros, enfatizan hoy en la relación entre
los derechos humanos y la condición de las mujeres.
En el Perú, a pesar
de sus leyes aún tenemos un largo camino que recorrer para disminuir las
brechas, la violencia, la discriminación, la exclusión. Vivimos un momento
crucial, importante, pues el actual gobierno enfatiza en la inclusión y en la
participación de las mujeres.
El trabajo que
hacemos en DEVIDA contribuye a esta lucha que debe ser sostenida y que nos compromete a cada uno y cada una de
nosotros. ¡Feliz Día de la Mujer!.